El Cuaderno de Sergio Plou

      


viernes 6 de abril de 2018

Un argumento para Aspasia




    Siempre que me preguntan sobre la dramaturgia de los espectáculos de Aspasia, tiendo a meter una chapa formidable. Para resumir les diré que el trabajo requiere de una muñeca ágil —porque se escribe mucho— y de una cintura ancha —porque se trabaja en equipo —, y al final, todo lo que se escribe y todo lo que ocurre en escena debe funcionar como un reloj.

    La elaboración de cada una de las piezas lleva su propio proceso de creación. En todas ellas comenzamos elaborando improvisaciones en torno a una temática. Y la temática, como no podía ser de otra manera cuando se monta un espectáculo de clown, afecta directamente a la persona que está en escena. De modo que jugamos con la verdad, lo que requiere de un cuidado especial, y así llegamos a levantar poco a poco unas referencias de guion que nos permiten contar un instante de la vida. A partir de entonces comienza el trabajo de dirección. Montamos una primera escaleta y poco a poco vamos construyendo una línea argumental que da origen al primer texto, donde la improvisación seguirá jugando durante todo el proceso un papel muy destacado.

    ¿Y cuántos textos se hacen hasta obtener un resultado satisfactorio? Alrededor de una docena.

    Y hasta que llega el chispun final les aseguro que voy llenando baldas enteras de libretas, creando una biblia tras otra que documenta desde su origen la creación de cada espectáculo… Pero hablar de dramaturgia en una obra de clown resulta aburrido, prefiero considerarme un guardián del argumento, que suena menos trascendente y mucho más cómico.

    En COSMOAGONíA, las personas que lean teatro por primera vez tendrán alguna dificultad en seguir el hilo de los acontecimientos, pero podrán imaginar lo que pasa con bastante detalle.

    En NO SOMOS NÁ, habrán digerido ya la manera en la que se cuenta la historia, así que no serán necesarias tantas acotaciones, porque la imaginación les ofrecerá imágenes de lo que están leyendo.

    Y en PASAR POR EL ARO se entrega la partitura final de un espectáculo de clown teatralizado, con las bases de acción de nuestra protagonista y apuntando el nacimiento de sus emociones. Se deja un mayor campo a la imaginación de quien lee, sin dar todo mascado y abriendo su apetito, buscando que quiera conocer finalmente cómo se puso en escena la obra que acaba de leer. Y con el objetivo de que acuda al teatro y se deleite con las historias de Aspasia. Al fin y al cabo será allí, en el teatro, donde compartirá sus emociones con ella y donde sellarán su amistad.

ASPASIA
Presentación del libro